Book

Description

Este libro se mueve, en primer lugar, en torno a la vida moral, diferenciada de la vida biológica y de la vida digital. Y esa vida es la que está en riesgo, debido a su vulnerabilidad. Por ejemplo, ante la amenaza de deshumanización: acabar con la vida moral de un individuo o un grupo como justificación para eliminar la biológica. Algo que viene ocurriendo desde la antigüedad hasta nuestros días, como está ocurriendo actualmente con la vida de los palestinos, en manos del sionismo israelí. O con grupos de migrantes africanos en países como Libia, con la complicidad de la Unión Europea, que financia sus políticas represivas, que evitan la llegada a Europa de estas personas migrantes. La vida moral se diferencia de las otras –la biológica y la tecnológica– por su dignidad, entendida como la capacidad de crear o construir una imagen positiva de la identidad propia, mediante el uso del  lenguaje en su modalidad narrativa. Para expresar dicha ante uno mismo o una misma, y comunicarla a los otros y las otras. Esta realidad humana es la que hace posible la deshumanización que, según Hannah Arendt, consiste en destruir la competencia lingüística, expresiva y comunicativa de un individuo o un grupo. Y ello, mediante un lenguaje destructor de dicha competencia expresiva y comunicativa, que es la que diferencia radicalmente, la vida moral humana de la vida biológica y de la (supuesta) tecnológica. Dicha competencia expresiva y comunicativa es la clave de la interhumanidad, entendida con Levinas, como la no indiferencia ante el otro (o la otra). Esta no indiferencia, podría ser una de las claves de la resistencia a la deshumanización.