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Descripción

Dios creo los números naturales; el resto es obra del hombre, dijo Kronecker. Y este conjunto ordenado, infinito de presente y futuro con un inicio y sin fin, fue motivo de investigación de los seres del mundo. Alma Rosa amante de la matemática y su hermana Zhixing Gricel para conocer los secretos de esta estructura numérica, penetraron en el paraíso de los duendecillos matemáticos, visitaron la cafetería binaria, presenciaron un negocio irresistible, escucharon el relato de las torres de Hanoi y la creación del los números enteros, el conocimiento de estructuras cocientes Zq les permitió tener cuidado con las operaciones numéricas y saber que no siempre 2 más 2 es 4; asesoradas del duendecillo programador Daniel Abraham, conocieron la construcción de un algoritmo para encriptar mensajes. A partir del número 30 conocieron las redes ordenadas y algebraicas y las correspondientes álgebras de Boole y sus aplicaciones.